Las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid están confirmando que el ambiente de deterioro político asentado en el País Vasco y Cataluña, a consecuencia de los intentos separatistas de imponer sus tesis a base de atacar a quienes disienten y reducir los espacios de libertad, se están extendiendo al resto de España.
Con un lenguaje y unos signos más propios a los tiempos previos a la Guerra civil, que acabó hace más de 80 años, estamos contemplando con estupor como se insulta, amenaza, agrede, criminaliza a ciertos colectivos por el mero hecho de serlo, y se exhiben símbolos y se ensalza a genocidas o cada vez es más habitual escuchar discursos de odio dirigido a los rivales políticos.
Los rasgos característicos de una campaña electoral en democracia consisten en debatir y confrontar ideas con sosiego y respeto, así como poder expresarse libremente y trasladar las propuestas a la ciudadanía en un ambiente de seguridad y tranquilidad. Es decir, lo contrario a lo que estamos viendo en Madrid, donde todo eso está siendo sustituido por la crispación y el trazo grueso.
Mientras, los grandes temas que de verdad afectan a la población e influyen en sus vidas, están siendo orillados y nos tememos que en la próxima legislatura que se abrirá tras estas elecciones en la Asamblea regional madrileña, la bronca continuará siendo la tónica general.
Defensa Social, partido político que nació para tratar de dar respuesta a los problemas graves que afectan a los sectores menos favorecidos de nuestro país, quiere hacer un llamamiento a la ciudadanía para que no se conforme con la normalización de la violencia y la tensión, y sea más exigente a la hora de pedir a los políticos que centren su trabajo en buscar más lo que nos une como pueblo que lo que nos separa, porque pensamos que sólo así podremos afrontar con éxito la solución de los graves problemas que aquejan a España.
Coordinadora Nacional de Defensa Social