Resistencia, rebelión, señalemos los responsables
Un colectivo humano que nace bajo estas señas de identidad y en clara lucha contra los recortes sociales, solo puede tener una posición ante la convocatoria que para el próximo día 23 de febrero están realizando muy diversas organizaciones a lo largo de toda España: unirse a la convocatoria.
Más allá de las diferentes ideas y planteamientos para el futuro que defenderán los diversos participantes, son claras las cuestiones que nos unen y cada vez es mayor el número de nuestros compatriotas que está convencido que es hora de poner coto a las desvergonzadas tropelías del las clases política y financiera.
Ya es hora de reclamar un tiempo para la reflexión serena, en la que el pueblo pueda decidir, en libertad, que tipo de país queremos tener en el futuro.
No hay camino ni posible solución sino tomamos conciencia de la necesidad de mezclarnos y comunicarnos, todos los que estamos en esta lucha. Una lucha por la superación del capitalismo, desde una óptica personalista, con un fuerte sentido de la justicia social y con la certeza de saber que este sistema partitocrático, no solo no es democrático, sino que impide toda libertad política real.
La conciencia limpia que nos permita adoptar, a todos, una posición generosa hacia los demás, será la que de fuerza y coherencia a las soluciones que entre todos estamos obligados a encontrar.
Ya se han dado pasos, en ese sentido y este es uno más, en el que no puede faltar la participación y apoyo de Defensa Social.
Estamos ya en esa lucha, aportando soluciones, apoyando iniciativas sociales, denunciando a los que nos roban, señalando a los culpables y a los beneficiarios de la crisis y sobre todo poniendo sobre la mesa propuestas de futuro. De un mundo mejor que deseamos basado en una economía sindicalista, superadora del estatalismo y del individualismo, con mecanismos democráticos que garanticen la libertad de las personas, incluso si no quieren doblar las rodillas ante uno de los grandes partidos políticos. Un modelo de convivencia por encima de los intereses de la banca y los políticos, que se cobran cada día nuevas víctimas entre el pueblo que hasta ayer y según ellos, mañana también, desean condenado a ser nada más que siervo de la banca y lacayo de los políticos.
Unamos a nuestras voces las del resto de los participantes en esta gran movilización y hagamos incontestable el lema: "Una ola de esperanza, una marea imparable, del color del pueblo, que lo cambie todo"
Asiste a las manifestaciones de tu ciudad. Es tu responsabilidad.