Desde DEFENSA SOCIAL llevamos años denunciando la corrupción de la clase dirigente en España. Ha sido una labor necesaria pero nauseabunda. La podredumbre moral que ha salido a la luz estos últimos años nos ha generado, como al conjunto de la sociedad un profundo malestar.
Pero creemos, profundamente, que ellos, los corruptos, no son España. Eso es lo que quieren hacernos creer. Que todos somos en algún grado corruptos, que todos somos cómplices, que ellos son resultado de la sociedad española, y así disculparse. Frente a toda esa basura, hemos decidido, a la vez que seguir denunciando la inmundicia, señalar a toda esa gente buena, a esa gente excepcional que nos hacen recobrar la fe en el futuro. Para nosotros ellos son la verdadera marca España.