Defensa Social estuvo allí, en Barcelona, y desde la ciudad Condal, los españoles volvimos a hacer historia. El 8 de octubre y quizá gracias a las deslealtades y la endogamia de los sediciosos, de los corruptos y de los privilegios concedidos por los Gobiernos que se han sucedido en el poder, a los que han campado en la ilegalidad y el adoctrinamiento más envenenado durante 40 años, desde la perversión informativa y desde el abuso de las Administraciones Públicas, desde el aleccionamiento y la instrucción en los colegios, los españoles dijimos alto y claro, “Cataluña, otra vez por España”, parafraseando al gran poeta español; gritamos ¡Visça Cataluña! y ¡Viva España! Y estuvimos todos de acuerdo en una idea: “Nunca más nos callarán”.
Los catalanes salieron a la calle dispuestos a acabar con la impunidad. A recuperar el sentido. Dispuestos a quitarse el miedo caminando por las calles de la Ciudad Condal, acompañados de españoles venidos de todas partes del territorio nacional. Un millón de españoles gritando “Puigdemont a prisión”.
Defensa Social estuvo allí, con una idea que compartieron miles de compatriotas, haciendo suyas pancarta y una bandera de España que llevamos a Barcelona y que llegó a Barcelona para quedarse. Una bandera de España que recorrió la manifestación arriba y abajo al grito de “Cataluña es España: Juntos tenemos futuro”.