#EspañaHaDespertado: lo que España le deberá siempre a Pedro Sánchez
Una vez más, como muchas veces en la vida, no hay mal que por bien no venga. Y es que hace dos siglos, una mente privilegiada como Hegel percibió, a través de su filosofía, que las reglas del devenir histórico no responden a una clara dicotomía del poder establecido y la alternativa al mismo, en una suerte de alternancia, sino que el resultado final casi siempre se iba por peteneras y acababa campando por donde menos te lo esperabas. Al liberalismo se le opuso en su día el socialismo comunista y de aquí surgió una síntesis, que fue el Estado del Bienestar, desgraciadamente en vías de extinción, pero que durante mucho tiempo supuso un oasis de estabilidad y progreso en la Historia de la Humanidad.
En 2017, nuestra querida España sufrió lo que no fue más que un shock asimétrico en el que algunos de sus pilares de convivencia se veían sacudidos por la actuación unilateral de unas instituciones autonómicas catalanas, que a pesar de debérselo todo a la legitimidad otorgada por la Constitución, se la saltaban a la torera y emprendieron un salto al vacío que hizo que el resto de España reaccionara y les parara los pies a tiempo. En esa ocasión, la legitimación del Régimen del 78 quedó incólume, la oposición entonces socialista se unió al gobierno del Partido Popular y se posibilitó que el propio sistema aplicara el mecanismo que tenía previsto: el artículo 155 de la Constitución. El Rey y la Carga Magna salieron reforzados, el “suflé catalán” se desinfló y las aguas volvieron a su cauce. Pero la proliferación de banderas españolas y la forma en la que la gente respondió espontáneamente en las calles a muchos nos hizo percibir que todo había cambiado. Lentamente, casi imperceptiblemente, la España del 2018 no iba a parecerse nada a la de 2016…